'Más dura será la caída'

Crónica de Peter B, corresponsal de guerra en Nôtre.

Los acontecimientos se precipitaron. Tan pronto como estalló la segunda, se acabó... Las nuevas armas de destrucción masiva -conseguidas a costa del propio desmonte de la fortaleza, fuente inagotable de metralla y obuses pétreos- hicieron estragos en el bando de abajo. La desmoralización cundió y allí desertó hasta el comisario político, al grito de ‘guapo no, pero resultón...’ ¡Y salga el sol por Antequera! Los adoquines -arma secreta de los derrotados- nunca llegaron a volar y la guerra se acabó perdiendo estrepitosamente.

Nueva reunión de altura con envío de embajadores… pero el asunto seguía enquistado; No era más que el preludio de la tercera.

Tras el armisticio, el bando ganador procedió a la aplicación estricta de las odiadas condiciones impuestas tras la primera confrontación, pero en su benevolencia siguió permitiendo aproximaciones esporádicas a ‘sus chicas’, si bien bajo estrictas reglas, y nunca a más de dos a la vez... ni menos.

Parece, en cualquier caso, que se trató de una agridulce derrota. Júzguese por sí mismo.